Siempre fui tan feliz, siempre en mi mundo lleno de naturaleza, los arboles eran mi cobijo, mi hogar, mis amigas eran mis hermanas las bellas ninfas, ellas me querian y yo a ellas y el pilar que me sostenia era ella, mi madre, la mia y la de toda la tierra. Yo era su vida y ella era la mia
En las tardes soleadas de primavera siempre sonreia, mientras hacia florecer las bellas flores y me llamaba con su dulce voz, susurro del viento entre las hojas de los arboles "kore", "kore", a si me llamaba y en el invierno, como temo tanto al frio ella me acunaba como su fuera un bebe buscando refugio y entre sus brazos me acunaba y volvia a ser esa niña que ella siempre adoro...
En la primavera siempre recogia flores, siempre, me encantaban, eran el regalo que mi madre daba al mundo, las joyas de la naturaleza, las joyas con las que se adorna el hermoso bosque. Tenia muchas de todos los colores posibles y aromas y sonreia feliz, respondiendo a mi madre que me hablaba susurrando en el viento, pero de pronto...todo se volvio oscuro, el campo de flores se volvio marchito, se convirtio en un campo de flores muertas que seguian teniendo aroma, aroma a muerte, un aroma que no podia ignorar, un aroma al que temia y al mismo tiempo me era familiar, un aroma al que me tendria que acostumbrar, mientras que unos brazos me arrastraron hacia las profundidades , la luz se apago, el dia para mi ahora era noche y ante mi tenia a un rostro conocido, pero que jamas pense ver tan de cerca.
Aquel lugar estaba lleno de dolor, y de nuevo ese aroma, aroma a muerte que impregnaba mi piel y los lamentos, lamentos de seres sin vida, gritos de dolor que al corre para huir solo llegue hasta un rio lleno de almas, almas gritando por cruzar, almas ancladas en el inframundo, que jamas tendran mas aspiracion que seguir gritando por toda la eternidad...Pero habia un grito, un mas alla de la oscuridad y la muerte, un grito desesperado como un llanto rogando, era mi madre que me llamaba, era mi madre que gritaba mi nombre llorando, gritando de desesperacion y gritaba "kore" cuando ella pobre madre ignoraba que ese nombre ya me fue negado, pues de la muerte nacio persefone.
Mi esposo me trataba con cariño, pero yo no podia mas que odiarlo, sentir frialdad por el, el calmo el llanto de mi madre con el paño de un pacto, la mitad del año estaria viva con mi madre, mientras que la otra, volveria a morir con mi esposo...
Pero el inframundo es frio y como las rosas que se defienden con sus espinas, yo tenia que vivir y como no podia mantenerme alli siendo un ser lleno de vida me marchite...me marchite como se marchitan las flores, me volvi oscura como los petalos de las flores y cai...cai seca y fria. Kore habia muerto y persefone ahora reinaba, ahora tenia un reino, unos siervos y las almas que gritaban con dolor se callaban ante mi presencia, me temian, y como no? si yo era la señora de la muerte...pase de detestar a mi esposo a ir de su brazo por el inframundo con la frialdad de la muerte y su aroma que ahora era el mio
La muerte me invadio de tal forma, que no solo mato mi nombre, mi calor y mi amor, mato mi piedad y aunque las almas me rogaban jamas me tente en ayudarlas, puesto que yo era la dama de la muerte, y es mas yo no pedi serlo, me coronaron sin tener corona, sin pedir ese maldito trono de la muerte, a si que simplemente me converti en digna de esa corona de dolor, llanto y lagrimas y la lucia en mis ojos frios como el hielo, en ellos se veia que era persefone...
Pero una vez, solo una vez, alguien toco el corazon de ella...de kore...de esa ninfa que yo una vez fui, alguien con notas dulces de lyra...alguien que con su melodia tan triste, consiguio arrebatarme las lagrimas que habia guardado con celo, dentro de mi corazon de hielo, por un instante mi corazon fue el de siempre y me acerque a ese hombre , un vivo entre la muerte, le ofreci a Orfeo llevarse a su esposa, pero mi corazon frio volvio a renacer y le impuse una condicion, que jamas mirase atras...condicion que no cumplio...
Ya todos temian incluso nombrar mi nombre, que era peor que llamar a la muerte, ya todos se habian olvidado de kore, para tener siempre presente a persefone, cuando un dia, al igual que un dia senti bajar hasta este mundo de muerte, ese dia senti subir hasta el mismisimo olimpo, pero no, no era el olimpo, era mucho mejor, era mi campo de flores, mis flores que me esperaban, me esperan, las habia echado tanto de menos que al recogerlas, senti abrazarlas y la tierra, mi madre me abrazo acogiendome en su seno de nuevo, como si aquella oscuridad jamas hubiese existido, como si solo existiera la luz.
Sabia que todo aquello era temporal, que en las estaciones frias, donde las flores se duermen en los campos de nieve, donde la vida se calla, en esas estaciones moriria de nuevo y reinaria causando miedo y llantos, mientras que en las estaciones que las flores se despertasen en sus campos de hierba yo volveria a vivir, resucitaria a manos de mi madre demeter y seria de nuevo kore.
Y mi madre lo aceptaria...aceptaria mi vida, mi muerte y mi resureccion. Seis meses viva...seis meses muerta
Este escrito es en honor a la bella persefone, la ninfa que hades secuestro y desde ese momento seis meses vive en el inframundo y los otros seis vuelve a la vida normal, se que jamas podre plasmar tal historia como yo querria, pero lo hice con todo el cariño, gracias
ESTA HISTORIA KALLO EN EL CORAZON
ResponderEliminarESTO ME KALLO EN EL CORAZON
ResponderEliminarque cursi eres
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