El Alma y la Espada

He sentido la sangre bravida recorrer mi cuerpo, la he sentido gota a gota, calida y viva derramarse por mi frio y inherte cuerpo. He rasgado tu piel, matandola como si en vez de piel apretara los petalos de una rosa sin sentir sus espinas, sin sentir su dolor, sus gritos, su agonia, no sentia nada, solo arrasaba en la batalla.

Me he alimentado de llantos, de gritos al mirarlos a la cara, he parado mil corazones, aterrado mil almas y mi brillo fue su agonia. Se han reflejado en mi tantas miradas pidiendo con todas sus fuerzas piedad, he visto tantos hombres caer, morir por mi piel, gritar al verme y jamas te pregntaste si quise algunaz ser alzada...Alzada como simbolo de victoria, escuchando vitores de aliento, sintiendo cada con mas fuerza el calor  de tus manos, que empuñan mi cuerpo.

Vi su mirada, sus ojos mojados, esa niña arrodillada, rezando al cielo mientras nosotros le cortabamos su alma...sus lagrimas cayeron sobre mi saladas, calidas y dolorosas. Recuerdo ver su cabeza sin vida, su sangre bañar mi cuerpo, mientras tu mano me seguia alimentando de mas sangre, tanta sangre, que esta me tiñio de tal manera, que mi cuerpo dejo de brillar. Y tu me alzabas, me mostrabas orgulloso, de haberme vestido de sangre y lagrimas...ambos creamos ese vestido carmesi, el vestido del dolor, de la agonia de los inocentes, jamas te preguntaste si queria lucir tal vestido.

Has escuchado miles de veces mi canto, mi canto en la batalla, canto que muchos veneran , que lo aman, ese canto que he cantado con fuerza, he cantado para ti la cancion del acero, ambos creamos el pentagrama de la batalla, mientras tocabamos el requiem del silencio, el silencio de nuestras victimas. Me has lucido como la mas deseada de las damas , el sol ha brillado en mi cuerpo y junto a el los rostros de las victimas que hemos debastado...

Naci de los golpes del fuego, ardi y fui golpeada para ser perfecta , perfecta solo para ti...me encontraste tarde enterrada entre las sombras y fui tu amante en mil batallas, tu alma y la mia se unieron yo fui parte de ti, tu de mi. Fui adorada, venerada mientras viviamos noches de gloria entre el fuego y las risas, senti durante años tus manos asperas aferrarme cada vez con mas fuerza, pensaste que era eterna y no te dabas cuenta que cada dia, que cada muerte , me hacia mas y mas vieja...

Me ha bañado el sol, helado la nieve y ahogado la lluvia, me han separado de tus manos, pero como si tu mano estuviera grabada en mi, siempre volvi a ti, siempre estaba a tu lado, fiel y cada dia mas y mas cansada. Jamas viste mi alma , jamas pensaste que mi piel como la tuya tambien se envejecia y mi cuerpo al igual que el tuyo, ya no nos obedecia . Estaba tan cansada...me quedaba tan poco, pero jamas lo notaste, me golpeabas haciendo que mi cara volviera a ser joven, pero solo en apariencia, la sangre, las lagrimas, todo ya pesada en mi...ya no podia golpear mas, pero fuiste estupido, querias todo el mundo en tus manos, como me tenias a mi y yo solo queria descansar de tu mano...ya no queria matar mas

Pero soy fiel compañera, noble y leal, jamas te abandone simplemente en esa batalla, ese dia, cai...y conmigo cayo tu voluntad. Grite el canto del acero, ardi como el fuego, mate, me vesti de sangre y por primera vez...grite...grite un grito seco que me rompio. Cai en la tierra rota en dos, muerta, pero liberada, eramos uno, era fiel, pero ya no queria matar mas, ya estaba cansada de alimentarme de sangre, de sentir el calor de tu odio, queria descansar, reposar como tantas otras, pero te negaste...y por fin quede liberada. Nadie recogio mi cuerpo, pues quien recoge una espada rota, quien forja de nuevo el acero ya desgastado

Fui una gran espada, las espadas somos fieles, nobles y leales, formamos parte del guerrero somos una expansion mas de su cuerpo y alma, pero no escogemos quien nos empuña. Cuidado cuando empuñes una espada...nuestra lealtad nos hace cometer errores, mi gran error? desarrollar un alma y si un arma posee alma, su alma se llena de dolor en cada batalla y el alma pesa...pesa tanto que yo termine por romperme. Yo la gran espada de Atila